¡Movimiento, ritmo y diversión!
Las actividades de baile para niños combinan música alegre, juegos corporales y coreografías sencillas que estimulan la creatividad, la coordinación y la expresión emocional.
A través del baile, los niños desarrollan habilidades motrices, fortalecen su autoestima y aprenden a colaborar en grupo mientras se divierten.
¿Sabías que el baile tiene muchos beneficios?
- Mejora la coordinación, el equilibrio y la postura.
- Fomenta la creatividad y la expresión corporal.
- Refuerza la autoestima y la confianza.
- Promueve el trabajo en equipo y la socialización.
- Estimula la memoria y la atención mediante secuencias rítmicas.
¡Realiza estas actividades y aprende bailando!
Juego de la silla
Este juego mejorará la atención y los reflejos de los niños. Además, les enseña a jugar respetando a los demás y socializar con otros niños a la misma vez que se divierten.
¿Cómo se juega?
- Se colocan varias sillas en círculo, con el respaldo hacia dentro. El número de las sillas debe ser el total de los niños que van a jugar MENOS UNA.
- Ponemos música alegre mientras los niños bailan alrededor de las sillas.
- Cuando la música se detiene, todos deben sentarse rápidamente.
- Siempre hay una silla menos que el número de niños, así que uno queda fuera en cada ronda. El niño que se queda de pie queda eliminado-
- Se retira una silla en cada vuelta y se repite el juego hasta que quede un ganador.
Baila como...
Los niños bailan libremente mientras suena la música. Cada cierto tiempo, la persona que controla la música dará una instrucción que los niños deben seguir, como:
- “¡Baila como un robot!”
- “¡Baila como si tuvieras los pies pegajosos!”
- “¡Baila como si estuvieras en la nieve!”
- “¡Baila como un animal!”
Los niños seguirán bailando en el movimiento que hayamos especificado hasta la siguiente instrucción.
Seamos creativos, podemos dar instrucciones temáticas, absurdas o relacionadas con emociones, por ejemplo: “baila como si estuvieras feliz/triste/enojado”..
Juego de los colores
En el centro de la habitación. los niños bailan mientras suena la música.
Una persona será el «árbitro», y será quien controle la música. Cada cierto tiempo, parará la música y dará una orden a los niños para que paren de bailar y toquen algo del color que digamos.
Este juego mejora la concentración de los niños. Es ideal para reforzar su conocimiento de los colores o incluso a aprender sus nombres si son muy pequeños.
Al buscar objetos, se desplazan, se agachan, se estiran… ¡ejercicio físico natural!



